- Vicepresidenta de la Corte Penal Internacional (2003-2006).
- Magistrada del Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (1993-1998).
- Vicepresidenta del Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (1993-1995). 

“Para poder encontrar a Elizabeth Odio Benito había que encontrar a una mujer excepcional, que hubiera estado dispuesta a ir contra la corriente, a hacer sacrificios para poder estar aquí hoy, y lo ha hecho –según testimonios de personas que la conocen- con fortaleza, con sencillez, con compasión y sin miedo.   Para poder estar aquí debe haber no tenido miedo de sobresalir, haber no tenido miedo de ser la primera, de ser la única, de ser diferente”, dijo Julieta Lemaitre Ripoll, directora del Centro de Investigaciones Socio-Jurídicas (CIJUS).

En su presentación, el decano de la Facultad de Derecho, Eduardo Cifuentes Muñoz, se refirió así sobre la magistrada: "Honorable magistrada Elizabeth Odio Benito, su presencia nos honra. Las notas biográficas hechas por la profesora Julieta Lemaitre nos ofrecen la semblanza de una jurista comprometida vitalmente con la causa de la justicia y de la igualdad. Las personas que, como usted, se han convertido en paradigma de los juristas latinoamericanos, sobresalen por ser autores de nuevas concepciones teóricas o por incidir profundamente en el mundo de las prácticas jurídicas.

El caso suyo no es la norma. Tempranamente incorporó su bagaje intelectual a los estudios sobre el derecho a la igualdad de las mujeres y, junto con otros pensadores, allanó el camino por el que luego transitaron los movimientos que ha reclamado con vigor la igualdad de género.

Su activa participación en los cargos de la más alta responsabilidad de su país y del mundo global le han permitido experimentar y producir la más bella alquimia: transformar las palabras y los conceptos en realidades y mandatos. ¡Que el cuerpo de la mujer no sea trofeo de guerra!, ¡que su dignidad, su libertad y su integridad se exijan como imperativo universal en toda circunstancia!, máxime en conflictos internacionales o no internacionales, ha correspondido a una obsesión suya, y ahora se sanciona como crimen de guerra y delito de lesa humanidad gracias, entre otras cosas, a su eficaz y brillante determinación".

"La Facultad de Derecho, de la muy prestigiosa Universidad de los Andes, creó una distinción académica y la llamó Sócrates. Por su nombre y por su propósito, esta distinción honra profundamente a quienes la reciben. Esta mañana me honran profundamente a mí, que, como docente universitaria, como profesional en Derecho, como magistrada en cortes penales internacionales, como mujer, he tratado de dar lo mejor de mi misma en la búsqueda inacabable de las enseñanzas de Sócrates", dijo Elizabeth Odio Benito.